¡A veces para dar en el blanco está bien no empezar siempre con un tiro directo al centro! Pues, aunque sea obvio que nuestros puntos máximos de placer suelen concentrarse entre las piernas, es importante y muy seductor tener presente aquellas zonas erógenas del cuerpo, tanto del masculino como del femenino, que a menudo quedan relegadas a un segundo plano a pesar de la gran estimulación y gozo que éstas nos proporcionan.
Por eso, desde Dulce Gatita Sex Shop apostamos por una vida sexual activa y fuera de la monotonía, hoy exploraremos 10 zonas erógenas para disfrutar del buen sexo desde nuevas y sugerentes perspectivas. Disfruta este articulo!
10 zonas erógenas que jamás deberíamos olvidar:
1. LA BOCA
Tan próxima y a la vez tan alejada a medida que van pasando los años en una relación de pareja. ¿Cuánto tiempo le dedicas a la boca de tu amante? A su labio inferior y superior, a su lengua, a sus curvas, a sus formas, a sus texturas, a mirarla… Parece que a veces en el plano sexual sólo usemos nuestras bocas para besarnos y sin embargo estamos ante un punto erógeno tan seductor que se nos olvida el placer que nos da en sí misma, sin olvidar su papel fundamental también en el sexo oral.
Por eso, te proponemos que te tomes tu tiempo para redescubrirla y disfrutarla de nuevo, para juguetear, frotar tus labios con fuerza y volver a sentir aquel ímpetu de la adolescencia con el que la usábamos en nuestros primeros besos, para darle el protagonismo que siempre se merece. Como ideas para resaltarla, por ejemplo, si eres mujer… ¿Por qué no pintarte los labios de sabores o de nuevos colores con nuestros Brillos Labiales con Feromonas, o combinarla con lubricantes de sabores afrutados , como los que encuentras en Dulce Gatita Sex Shop , con estos sabores no te resistirás de probar la boca de tu pareja
2. ESTIMULA LAS RODILLAS Y LOS CODOS, YA QUE SON ÁREAS DE PIEL MUY SENSIBLES
Estas zonas suelen ser extremadamente sensibles y excitantes cuando las acariciamos ya que en ellas circulan bastantes vasos sanguíneos y proporcionan mucho cosquilleo y placer. Tanto en la mujer como en el hombre, también podemos encontrar este tipo de zonas tan sensibles entre los muslos internos, en los arcos de los pies, en la zona interna y bíceps y en los omoplatos.
Acariciarlas, besarlas, pasar una pluma sobre ellas o, por ejemplo, deslizar un sensual aceite sobre ellas puede convertirse en una experiencia mágica. Como idea para llevarlo a la práctica de un modo súper sexy puedes utilizar las yemas de tus dedos combinándolo con un aceite de masaje (totalmente natural) o dejándote inspirar por el chocolate liquido. Siempre es un placer.
3. PIES Y TOBILLOS
Como bien es sabido, en los pies gozamos de un sinfín de terminaciones nerviosas directamente relacionadas con todo nuestro cuerpo. De aquí que los masajes en los pies puedan convertirse en una experiencia relajante y erótica de lo más excitante.
Para disfrutar de ello puedes experimentar tú mismo y descubrir cuáles son los puntos más gozosos tuyos o de tu pareja al presionarlos y acariciarlos con cariño. Una idea sensual puede ser masajearlos con el cálido aceite de una Vela Aromática, eligiendo tu fragancia favorita para aportar a la experiencia un toque de aromaterapia.
4. LOS LÓBULOS DE LAS OREJAS
A veces un mordisquito, un beso o hasta un cálido susurro inesperado en el oído puede convertirse en uno de los escalofríos de placer más excitantes del mundo. Despertando el instinto más sensitivo de nuestro cuerpo con la proximidad y reacción instantánea que conlleva este juego que no tiene porqué ser en el dormitorio o en la intimidad.
¿Por qué no hacerlo en una fiesta, cena o paseo? Hay hombres y mujeres que se vuelven literalmente locos cuando se lo haces sin que se lo esperen.
5. LOS PEZONES
Los pezones representan una zona tan erógena y de reacciones tan altamente placenteras que algunas mujeres hasta pueden llegar al orgasmo sólo con su estimulación. Eso sí, a cada persona le gusta de un modo distinto, a su ritmo, con diferente presión, factores que puedes ir descubriendo ya sea preguntándole o basándote en sus gemidos y reacciones al acariciarle, o combinándolos con la aplicación de un Multiorgasmico intensificando la sensibilidad sexual de esa área.
Ya sea para juegos previos, con uno mismo o durante las relaciones de pareja, debes aprovechar la sensibilidad de esta zona. Como idea, para jugar todavía más con ellos puedes utilizar accesorios como unos Cubre Pezones, o (ya para experiencias más fuertes) probar con unas Pinzas para pezones. ¿Te atreves?
6. LA ZONA LUMBAR
¿Has probado a poner una almohada en la zona baja de la espalda mientras mientras tienes relaciones o juegas contigo misma? Una almohada, una toalla o un cojín, el hecho es elevar esta parte de tu cuerpo para aumentar de manera natural el grado y ángulo de penetración durante el coito y/o la inserción de un vibrador clásico, o también puedes estimular el Punto G con este Vibrador de Punto G . Una vez lo pruebes seguro que se convertirá en uno de tus trucos favoritos.
7. SOBRE LA PIEL, JUGANDO CON CAMBIOS DE TEMPERATURA
El efecto frío/calor no es ningún mito, lo puedes generar con el lubricante frío y combinado con el lubricante caliente, la sensación que produce en nosotros tal contraste térmico puede suponer un gran estímulo para todo el cuerpo en global. Creando una experiencia de lo más excitante en el que las sensaciones de más a menos juegan un papel fundamental al incrementar la sensibilidad de la piel durante los juegos previos y también en los momentos de lujuria. Irresisteblemente sensual.
8. LAS NALGAS Y LOS MUSLOS
A veces un buen azote en el trasero puede estimularte de manera sorprendente en cuánto a excitación sexual, tanto a un hombre como a una mujer. Ideal para despertar la sensación de placer/dolor que tanto puede llegar a gustar y subir la temperatura ambiente.
¿Has dado una buena nalgada durante el acto sexual? Pues también es divertido hacerlo en los juegos previos o en el sofá o jugando con tu pareja para practicar un poco de spanking; ya sea con la propia mano, con un Látigo de cuero o una Paleta en forma de sartén. A veces, jugar a ser un poco malos en pareja puede ser muy divertido.