¿La imagen de nuestros padres influye a la hora de elegir pareja?

La relación entre ellos, la manera como nos ven y cómo los vemos hace parte fundamental en la construcción de nuestra autoestima. Y con este equipaje, salimos a buscar el príncipe azul.

Si queremos hallar una respuesta de por qué nuestras relaciones de pareja son insatisfactorias, quizás es nuestra familia hacia donde primero tenemos que mirar, y los modelos de pareja y hogar que tuvimos durante nuestro crecimiento.

La sicóloga Rocío Hernández, directora de As Buena vida, ratifica que la imagen de nuestros padres es determinante en la elección de pareja que hacemos. Pero no se trata de culpabilizar si nos ha ido mal, porque podemos estar cavando un hoyo más profundo en los fracasos.

Pero, ¿cómo influyen?

La primera manera como determinan el futuro sentimental de sus hijos, es a través de la construcción del amor propio de los niños, es decir, de la autoestima. “Por ejemplo, a veces los padres esperan una niña y nace niño; él escucha en su primera infancia que esperaban una niña, entonces como hombre tiene una desvalorización interna, porque siente que su llegada no hace felices a sus padres. Entonces sale buscar parejas que lo desvalorizan”, explica la experta.

Y agrega que “toda la información que tenemos en la casa durante nuestro crecimiento es la única verdad que conocemos y con ese equipaje salimos a buscar pareja. Si de niña te dicen que eres una mujer espectacular y muy valiosa, igual que si te dicen que eres fea y no te esperaban, tú crees que esa es la realidad. Lo importante es hacer conciencia de eso, darte cuenta de que esa solo es una manera como alguien te ve, pero tienes que hacer un camino para ir a buscar más de ti. Eso ayudará a cambiar relaciones de pareja que has tenido tristes y dolidas, que fue parte de lo que tus papas te dieron, pero no por ‘mala leche’, sino porque era lo que tenían; pero tú tienes la posibilidad de revisar ese equipaje”.

Las creencias sociales también hacen daño en los conceptos que tenemos del rol de hombres, mujeres y de las parejas en general, pues, dice la especialista, que el feminismo radical, a su manera de ver, ha sembrado un resentimiento enorme de muchas mujeres hacia los hombres y el resultado final ha sido una desvalorización de la figura masculina.

Por eso, es fácil escuchar que muchas mujeres dicen: “¿Un hombre para qué? Si quiero tener un hijo voy a que me inseminen”. Si una niña crece escuchando estos argumentos, cuando tiene relaciones de pareja no van a ser satisfactorias, pues siempre tendrá la idea, no consciente, de que los hombres nunca van a ser suficientes y no la van a llenar del todo. Y al hombre también le sucede lo mismo, porque si crece creyendo que la mujer es solo para lo sexual, va a ser difícil hallar pareja”.

El apego

La manera como nos relacionamos en la infancia con nuestras figuras cuidadoras nos puede llevar a futuro a ser los desapegados en una relación o su opuesto, los intensos. Estos últimos no completaron su desarrollo en la etapa infantil en la que comienzan a buscar autonomía. Por ejemplo, cuando los niños quieren empezar a hacer algo solos y sus padres los cohíben: “No hagas eso, yo te ayudo, déjalo ahí, yo lo organizo”, y coartan esa búsqueda de independencia. Por eso, en la edad adulta, buscan parejas que sean ese soporte de tiempo completo, que les ayuden a tomar decisiones y a llevar su vida, porque sienten que por sí mismos no pueden.

Mientras tanto, los más desapegados, se relacionaron con papás fríos y distantes, y así educan a sus hijos. Si ellos intentan tener un acercamiento más profundo, no se lo van a permitir. De esta manera, serán descuidados y fríos también con sus parejas.

Ante este panorama, ser padres parece una tarea titánica, porque sin quererlo y planearlo, pueden generar daño en la manera como sus hijos se ven y se relacionan con sus parejas.

De acuerdo con esto, Rocío Hernández aconseja a las parejas que piensan tener hijos tener en cuenta:

*En la actualidad existe información para ayudar a las parejas que quieren ser padres. Infórmense y hagan todo lo que los ayude a verse como personas primero, no como papás. Aunque se dice que deben poner límites, acostar los niños a ciertas horas para formarlo…; yo digo que primero hay que revisarse como ser humano, qué hace usted, quién es, qué tiene. Porque su hijo lo va a ver como papá, no sus títulos y propiedades.

* Si soy mamá o papá, primero tengo que ver qué persona soy, si amo la vida. No hay que dar el discurso de ser feliz, sino serlo. No quiere decir que seamos perfectos, pero sí saber qué persona somos. Muchas veces llevamos a los niños a terapias a los 6 o 7 años, pero en la mayoría de los casos, la terapia es primero para los adultos.

*Los errores deben reconocerse con honestidad y con ánimo de cambio.

Fuente: https://www.fucsia.co/relaciones/familia/articulo/la-imagen-de-nuestros-padres-influye-a-la                        -hora-de-elegir-pareja/84892

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