La mujer que tuvo sexo 919 veces en una tarde

por César Acevedo

Hace doce años esta mujer viajó a Polonia para batir un récord que hasta ahora nadie ha podido quitarle: durante seis horas y media se dedicó a tirar hasta romper la marca mundial de gang bang. ¿Cómo lo logró? hablamos con la mujer que carga con el peso de una ‘hazaña’ difícil de superar.

—Me gusta esta charla: van dos preguntas y no me has hablado de lo que pasó en Polonia…

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La cita con Lisa Sparks estaba pactada para que nos encontráramos en Bowling Green (Kentucky), una ciudad de 60.000 habitantes a una hora en carro de Nashville. Esta voluptuosa actriz y empresaria del porno es la residente más ilustre del pueblo, conocido por ser sede de la fábrica de carros Corvette. Pero entonces llegó la tormenta Jonás y cubrió de nieve Bowling Green.

Intercambiamos correos y notaba un tono amigable en sus cortos mensajes. Por si acaso, me corté el pelo y alisté una camisa nueva. Tomé muy en serio la entrevista. Y cómo no, si ya le había visto a Lisa las tetas talla 38FF.

Luego de la tormenta le escribí. Había mucha nieve en las calles y carreteras, me dijo; viajar en carro iba a ser peligroso. Algo había cambiado en ella. Un frío mensaje me pedía que no fuera, pues estaba cercada por la nieve. Escribió que no se sentía cómoda recibiéndome en su casa, que habláramos por teléfono. ¡Pero si ya había visto fotos recientes de su casa y de ella desnuda en su propia sala!

Bueno, al menos oiría de su propia voz lo que pasó en Polonia.

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Muchas cosas pasaron en Polonia en octubre de 2004. Fueron, concretamente, 919 penetraciones seguidas; el mayor número de relaciones sexuales en un solo día, el récord mundial de gang bang. Durante seis horas y media de acción, Lisa se acostó, por decirlo de alguna manera, con 250 tipos en todas las posiciones posibles. Los hombres rotaron varias veces hasta rozar el millar de cópulas para completar la marca, que sigue vigente.

Todo comenzó con una propuesta “indecente” de una compañía polaca de producción pornográfica, cuando Lisa recién llevaba un par de años en la industria. Ella lo vio como una oportunidad de hacer algo diferente en el naciente negocio del porno digital. Además, pensó que le serviría para abrir nuevos mercados. Así que luego de arreglar su “compensación económica” —que, según dice, es secreto profesional—, Lisa puso tres condiciones: los participantes usarían condón, serían caballerosos y, además, ella se quedaría con la grabación original. Hoy, curiosamente, el único video “oficial” que existe es el detrás de cámaras que ella conserva.

Lisa viajó a Varsovia, la capital de Polonia, junto a su esposo. Tres días de turismo; dos más como invitada de honor a la convención Eroticon, y cierre con todas las de la ley: una competencia que la enfrentó a la estrella polaca del porno Marianna Rokita y a una chica brasileña llamada Patricia para ver quién aguantaba más penetraciones.

Ella fue la ganadora, por supuesto. Y terminó muy cansada: “Mi cuerpo lo sufrió. No pude tener sexo durante casi un mes y medio después de eso, y cuando volví a trabajar sentí como si estuviera perdiendo la virginidad. Creo que casi siete horas seguidas de sexo no son para todo el mundo”.

Lo único que quería hacer al terminar el gang bang, confiesa, era regresar rápido a Londres para tomar un vuelo directo a su casa. Viajó callada y trató de dormir. Estaba saturada por la música electrónica, por los gritos de sus ‘amantes’, por las 919 veces que fue penetrada. “Pero mi mayor temor era que nos arrestaran al salir de Polonia —cuenta—. La presión era fuerte y se convirtió en un asunto mediático. El dolor físico y el cansancio fueron superados por el miedo de no poder salir del país”.

Varsovia vivía un momento político turbulento, pues el alcalde de entonces, Lech Kaczynski (luego presidente de Polonia en 2005), se oponía a la creciente industria porno local y a los movimientos LGBT. Con una posición muy conservadora, tenía como meta que Lisa no lograra romper el récord en la ya muy promovida convención.

Ella repite que no se arrepiente, que fue algo positivo en su carrera, pero que es necesario que alguien sea capaz de romper ese récord. Quiere quitarse ese peso de encima, esa etiqueta con la que es conocida en todo el mundo.

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Lisa es un personaje intrigante, con más de 300 películas oficiales, cientos de convenciones y miles de fotos y videos. Dueña de una de las páginas más exitosas del porno (lisasparxxx.com), hoy casi todo es posible con ella: desde verla en una sesión privada vía Skype o ser su acompañante en una escena erótica, hasta invitarla a una despedida de soltero y comprar su ropa interior usada.

Por todo eso, conocer a Lisa se convirtió en una de esas cosas que sentía que debía hacer antes de morirme. Tenía mucha información visual en la cabeza y sabía que hablaría con una celebridad del porno, pero quería tratarla como lo que es, más allá de lo que pasó en Polonia: una bella chica de Kentucky.

En Kentucky, las mujeres se caracterizan por tener caras lindas y cuerpos muy interesantes. ¿Ejemplos? De Kentucky son Jennifer Lawrence, ganadora del Óscar a mejor actriz por Silver Linings Playbook, y Christina Hendricks, la pelirroja exuberante de Mad Men. Y también Lisa…

Cuando el teléfono timbró, ese jueves a las 10:00 a.m. en punto, estaba sentado esperando la llamada. Me sentía nervioso y algo intimidado. Su voz era suave, sexy, amigable. No le sentí acento sureño. Usaba palabras articuladas. Pensé en hablarle primero de su vida, de su belleza, de sus gustos cotidianos; de carros, de deportes, de política, de negocios… Ya la conversación nos llevaría a lo que pasó en Polonia.

¿Qué tienen las mujeres de Kentucky?

Somos muy especiales. Tratamos a nuestros hombres como se lo merecen, pero hemos crecido en granjas y sabemos también del mundo rudo de ellos. Podemos ser marimachas y damas en un solo cuerpo.

Sé que le gustan los carros…

(Silencio)

¿Qué pasó?

Me gusta esta charla, van dos preguntas y no me has hablado de lo que pasó en Polonia… Me encantan los carros. Sé que soy madre, que debería estar manejando una miniván, pero en realidad ahora tengo un Cadillac CTS-V gris, el equivalente a un Corvette. Es rápido, suave y sexy.

También sé que le gustan las carreras de carros…

Nascar es mi pasión. Estudié Comunicación, sé de periodismo, de radio, mi sueño es trabajar algún día en una organización deportiva. Ahora estoy terminando un máster en Relaciones Públicas y ese es mi objetivo.

Muy rápido, mi cita telefónica se había transformado en una charla de deportes con una amiga. Estaba un poco confundido, pero gratamente sorprendido. Reorganicé el material que había en mi cabeza. Me olvidé de las enormes tetas 38FF que tenía al otro lado de la línea y me concentré en la charla.

¿Le gusta la política?, ¿es republicana?

No te equivoques, solo porque soy de Kentucky no significa que lo sea. Soy demócrata. Esa ha sido la tradición en mi familia.

¿Qué opina de Donald Trump?

Es un idiota, un tipo perfecto para la televisión, pero no para la Casa Blanca. Si queda electo seremos el hazmerreír del mundo. La gente pensará que somos brutos. No lo somos. Fui a la universidad, y sigo estudiando, este es un país de gente trabajadora.

¿Como Hillary Clinton?

Me gusta. Es una mujer tenaz, luchadora…

Usted es una mujer trabajadora también. Y cortó al intermediario desde el comienzo, siempre hizo de su negocio algo muy propio…

Exacto. Yo estaba comenzando la universidad, tenía un novio —que hoy es mi esposo— y nos gustaba hacer cositas. Éramos abiertos, divertidos, nos encantaba el sexo y pensamos que si compartíamos lo que hacíamos en privado con la gente, sería aún más interesante. En 2000, internet era muy básico, había pocas páginas porno disponibles, así que de la nada vimos la oportunidad de hacer algo original. Comenzamos a grabarnos, a tomarnos fotos, a crear nuestro propio contenido. Yo era la chica normal, muy lejos de las modelos y de los estereotipos del porno.

¿Pero cómo se metió de lleno en el negocio?

Decidí ir a una convención de porno (AVN, Adult Entertainment Expo) en Las Vegas para ver y entender el negocio. El primer día me encontré por casualidad con el famoso actor porno Ron Jeremi. Hubo química inmediata y pasamos tres días saludando a sus fans, firmando fotos, y todo el mundo me veía con él. Allá llamé la atención, obvio: mis tetas grandes, mi cara, no soy bajita (1,72 metros)… todo eso ayuda. Volví muy motivada y comencé a filmar más escenas con amigos, con compañeros de la universidad…

Fanática de los deportes, empresaria y amiga de Ron Jeremi…

Sí. Y tenía una motivación extra, porque acababa de tener a mi hija. Entonces trabajaba en un salón de belleza y quería salir adelante. Así que lanzamos el sitio web el 11 de septiembre de 2001, casualmente en un día en el que todo el mundo estaba pendiente de otras cosas… Poco a poco, los clientes y los clics empezaron a subir. Y más aún cuando poníamos cosas un poco más pesadas, más hardcore…

¿Porno amateur, casero, sin producción?

Exacto. Comenzamos a grabar mucho en POV (point of view), esos videos en que tú eres parte de la acción, como si la cámara fueran tus ojos. Si los veías, me podías sentir muy, muy cerca. Mientras las compañías tradicionales hacían videos con modelos y chicas muy lindas, yo logré convertirme en la chica normal que ves en la calle o en el supermercado.

¿Le molesta hablar de lo de Polonia?

Para nada.

919 penetraciones…

Técnicamente son inserciones; 919 inserciones hechas por cerca de 250 tipos. No creo que sea fácil encontrar 919 vergas erectas al mismo tiempo en el mundo, así que el récord tiene esa aclaración.

Y entonces se despacha: me habla de la motivación económica irrevelable, de la fama que le ha traído hasta ahora, del dolor físico, del miedo a no salir de Polonia, del terrorífico vuelo de vuelta, del mes y medio siguiente sin tener relaciones sexuales… Y me cuenta que no quiere hablar más del tema.

Mejor: lo que pasó en Polonia es historia. Si bien esa fue la motivación principal para hacer esta entrevista, yo quería saber más de ella, una actriz porno consolidada. Concretamente, quería un consejo, por si acaso.

¿Qué debo hacer si me encuentro en la calle con una actriz porno?

Regla número uno: a una mujer no se le toca una teta en la calle. Si se encuentran a una actriz, trátenla como una celebridad, respeten su espacio, sobre todo si está comiendo con su familia… no sabes si la actriz está con sus padres, con su esposo, con sus hijos. Nosotras somos normales. Mucha gente hasta se sorprende de que cada domingo voy a la iglesia.

¿A la iglesia?

Sí: el adulterio está prohibido en la Biblia; el porno, no. ¡Ya revisé y no habla de eso en ninguna parte! No le soy infiel a mi esposo, a Dios no le importa que haga porno. Él me va a perdonar porque no estoy haciendo nada malo y mi negocio es legal…

Llegamos al minuto 56 de la entrevista. Se iba a cumplir la hora que habíamos pactado. Entonces Lisa, sin que le pregunte nada, me suelta la verdadera razón por la que no me quiso recibir en su casa:

Mira, yo ya estoy prácticamente en el retiro. Ya no encuentro espacio en el mundo del porno. Mi sitio lo administra otra compañía y el dinero que hago lo uso para mis vacaciones, para regalos, es para divertirme, ya no vivo de eso. Espero que me comprendas.

Lo comprendo. Y comprendo, también, cuando me ruega que publique que está cansada de su récord, que necesita que alguien lo rompa ya. Para que eso pase, se le mediría, incluso, a ayudar con la logística del evento y a coronar —literalmente hablando— a la nueva reina del gang bang.

Porque muchas cosas pasaron en Polonia en octubre de 2004; en concreto, 919 penetraciones seguidas que ella ya quiere enterrar para siempre en el pasado.

Fuente: http://www.soho.co/historias/articulo/record-en-sexo-lisa-sparxxx-la-mujer-que-tuvo-sexo-919                     -veces-en-una-tarde/40984

 

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