¿Cada cuánto deberíamos tener relaciones sexuales?

En esta sociedad hipersexualizada, vivimos obsesionados con tener mucho sexo, cuando lo clave es sentirnos satisfechos. Hay que pensar en la calidad, no en la cantidad.

Existe una frecuencia ideal en la vida sexual de una pareja?, ¿Hay un número bendito de relaciones sexuales a la semana?, ¿Qué aspectos influyen en la cantidad de encuentros sexuales? Estas y otras preguntas hacen parte de un cuestionario que probablemente nos hemos hecho al menos una vez en la vida. Y si usted es una de esas personas, aquí podrá encontrar algunas respuestas.

Para empezar, la sexóloga Carmen Larrazábal (@DraCarmenL) explica para la revista Cromos que: “El promedio de los encuentros sexuales varía en la vida de una persona y logra ser sustancialmente diferente entre una pareja y otra. Existen factores que determinan la frecuencia, como la edad, la actividad física que se realice, ciertas enfermedades (cardiovasculares, circulatorias, del sistema nervioso central, diabetes, sobrepeso, entre otras), algunos medicamentos (como los anticonceptivos, que inhiben el deseo) y la menopausia. También cobra importancia la actitud, el ímpetu y la búsqueda de placer”.

Agrega que varias investigaciones arrojan que una pareja con buen ritmo puede tener entre dos o tres encuentros a la semana. “Pero, en últimas, el número de penetraciones no determina el éxito y el mantenimiento de una pareja, es la calidad de los encuentros y el fundamento de la relación”.

Por su lado, Lorena Polanía, psicóloga y experta en temas de pareja, comenta desde su campo, otros factores de importancia. “No podemos hablar específicamente de un número determinado para que una pareja sea sana en su vivencia sexual, ya que la frecuencia es relativa, según el momento que se esté viviendo en la relación”.

Aunque concuerda con Larrazábal en que el ritmo y la frecuencia podrían estar determinados por alguna enfermedad, también agrega que hay otros factores de importancia, como la llegada de los hijos o los problemas económicos. Cada pareja maneja estas situaciones a su manera, pero hay que tener en cuenta que requieren paciencia y mucha disposición mental.

Resalta que: “La vida sexual de una pareja no se limita a los encuentros coitales; la exploración, las fantasías y la confianza son importantes para mantener viva la llama. Además, sin importar el momento que se esté viviendo, debemos procurar que nuestra vida sexual permanezca”.

La psicóloga clínica y sexóloga Carme Sánchez tiene otro punto de vista que expuso en Smoda: “Vivimos en una sociedad hipersexualizada y del rendimiento. Tenemos que rendir en el trabajo y en todos los aspectos de nuestra vida, incluido el sexo. Se valora cuánto sexo debemos tener incluso por encima del deseo sexual y de las ganas que una persona tenga. Esa idea del sexo, como algo más que añadir a la infinita lista de quehaceres, acaba por quemarnos como lo hace el trabajo”. Llegamos a la casa, no queremos saber nada de la oficina y hacemos todo lo posible por evitar las relaciones sexuales.

¿Cómo sentirnos satisfechos?

No importa la frecuencia de las relaciones sexuales, lo clave es que cada uno se sienta lleno. Para lograrlo, es bueno trabajar para que la pasión y el deseo no se extingan, pero nunca deberíamos sentir presión para mantener la llama encendida. En el momento en el que el sexo se vuelve tarea, el fuego se apaga de inmediato. Tenemos que sacarnos de la cabeza esa idea sobrevalorada que tenemos de la sexualidad y empezar a entender que así como algunos se sienten satisfechos, si tienen sexo a diario, para otros es suficiente una vez al mes.

Carmen Larrazábal propone innovar en la cama, tomar la iniciativa, adoptar una postura romántica, tener una comunicación activa y adulta, sorprender al otro, planear actividades que rompan con lo cotidiano, mantener una buena higiene, complacer al otro, hacer juegos y usar protección.

Polanía se extiende un poco más y asegura que, en primer lugar, la sexualidad es uno de los muchos componentes que debe tener una relación de pareja sana, pero agrega que ayuda a que la relación se mantenga con el estatus de pareja y no se convierta en una relación de solo amigos, padres o conocidos.

“Debemos tener claro que la sexualidad cambiará con el tiempo y con las circunstancias, lo cual no significa que desaparecerá o se volverá aburrida. La podemos resignificar y reinventar, a través de la creatividad y las fantasías. Hablar sobre lo que nos gusta y lo que no. Es fundamental tener una postura abierta y dispuesta, no juzgar los deseos más profundos de nuestra pareja y entender que en el sexo no hay cabida para la rutina, ya que nos desmotivaremos y poco a poco el deseo irá muriendo”.

Por último, Lorena Polanía destaca que: “Vivir la sexualidad solo como sexo puede ser aburrido, pero si le sumamos erotismo y picardía, además de lograr complicidad, llegarán a sostener en el tiempo el deseo y la sexualidad plena”.

Fuente: https://www.elespectador.com/cromos/estilo-de-vida/cada-cuanto-deberiamos-tener-relaciones-sexuales-articulo-883283

 

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