Llega el ‘audioporno’: olvida la imagen, el sonido puede ser mucho más excitante

El porno inaugura una nueva modalidad. Historias dirigidas al oído (y no a la retina) que fomentan la fantasía, al tiempo que convierten a la voz en el órgano erógeno por excelencia.

Cronológicamente, la palabra hablada fue antes que la escrita, pero el homo millennial –que hizo su aparición en la historia al mismo tiempo que Internet- ha vivido una trayectoria inversa. Empezó mandando mensajes de texto. Luego, cansado de tanto teclear, pasó a los de voz y,

Dos pruebas de este descubrimiento de la voz por parte de los millennials y las nuevas tecnologías, son los audiobooks y los podcasts. Si los primeros se reservaban antes a los miembros de la tercera edad para que, a pesar de sus ojos cansados, pudieran seguir disfrutando de la literatura; ahora están destinados a la generación multitarea. ¡Conozca los clásicos de la literatura mientras corre, va en metro o prepara el tupper para mañana! ¡Aprenda inglés mientras hace sus sesiones de abdominales! Un concepto ya familiar para amas de casa o taxistas, conocedores desde hace tiempo de la radio y su libertad de movimiento.

Si antes una imagen valía más que mil palabras, puede que ahora, en medio de este revival de las ondas sonoras, un sonido valga más que mil imágenes; ya que algo tan visual como la pornografía se ha rendido también a este tendencia con el audioporno: historias subidas de tono dirigidas al oído, y no a la retina, que pueden revolucionar toda esta industria. Algunas editoriales de novela erótica, como Café con Leche, empiezan a plantearse lo del audiobook.

En opinión de Francisca Molero -sexóloga, ginecóloga, directora del Institut Clinic de Sexología de Barcelona, del Instituto Iberoamericano de Sexología y presidenta de la Federación Española de Sociedades de Sexología-, “esta modalidad estimula más la imaginación y la fantasía al obligar al cerebro a formarse sus propias imágenes y no consumir las que ya le vienen dadas. La voz también tiene muchos más matices y dice mucho más, con sus modulaciones, que el mero significado de la palabra que emite. Y, por otra parte, dejar de ver las estereotipadas imágenes de los cuerpos, que habitualmente vemos en la pornografía, puede ayudarnos a aceptar más el nuestro, la pluralidad y la diversidad”.

Si el audiporno se convierte en tendencia, puede que los cirujanos plásticos acusen un descenso en el negocio (especialmente en el apartado de cirugía genital), pero la macroeconomía lo verá compensado con una mayor demanda en el servicio de logopedas; ya que todos/as querrán sonar sexys e interesantes. Y tal vez esta moda ayude algo a los españoles con su mala costumbre de llevar su aireado ‘campechanismo’ hasta la cama y sonar en los momentos íntimos como si se estuviera en el bar, pidiendo una tapa de bravas. ¡Un poco de fantasía y hasta teatro (en las dosis adecuadas) no nos vendría nada mal!

Y de camino a convertirse en tendencia, puede que noticias como lo que ocurrió en un supermercado de la cadena Target, en San José (California), hace unos años -cuando la megafonía empezó a emitir un audio erótico por error- se vuelvan cada vez más frecuentes.

Fuente: https://smoda.elpais.com/placeres/sexo/audioporno-sonido-puede-ser-mucho-mas-excitante/

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