Sexo tántrico: un arte para derretir a tu pareja

Por medio de esta práctica, que es la puerta al placer espiritual, se logran orgasmos múltiples, aumentar la libido y la lubricación. De esta forma, un encuentro puede durar horas.

“El sexo es la puerta a algo poderoso y místico”, dijo el cineasta estadounidense David Lynch. Para algunos, no obstante, es solo un repetitivo ‘mete y saca’ que no tiene otra intención que lograr un orgasmo pasajero.

Para aquellos que siguen la filosofía de Lynch, detrás de un encuentro sexual hay una conexión espiritual, que no necesariamente concluye en el clímax, pero que es tanto o más placentera. A esto le llaman sexo tántrico.

La terapeuta holística Margarita Sierra explica que el tantra (o tantrismo) es una práctica milenaria, acuñada en la India, que convierte la pasión en una experiencia mística. Desde esta perspectiva, “el orgasmo no es el objetivo del sexo. Es necesario entender cómo la sexualidad pasa de ser algo mundano a algo trascendental y espiritual. Es una maravillosa filosofía de vida”.
Junto con el yoga y la medicina ayurveda (sistema médico tradicional enfocado en la sanación corporal, la búsqueda de la longevidad y la prevención de enfermedades), el tantra es uno de los tres aspectos que hacen del ser humano una trinidad: mente, cuerpo y espíritu, en ese orden. Desde hace varios siglos y hasta hoy, hay quienes usan estas tres prácticas como un solo conocimiento que lleva al ser humano, a través de la práctica sexual, a un estado de fusión con lo divino.

“El tantra es amor consciente, no solo placer y disfrute. Su objetivo es liberar la mente individual para que se encuentre con la universal. La sexualidad tántrica es un proceso de autodesarrollo, amor y evolución”, expresa Sierra en Cromos. En este sentido, practicarla no solo será el camino hacia un clímax transitorio, sino hacia “una experiencia orgásmica múltiple, profunda y duradera”.

De acuerdo con la experta, no existen reglas para el sexo tántrico, sino un entrenamiento previo para sostener un encuentro en el que exista una respiración consciente y una mente tranquila, clara y ordenada que facilite la expansión de la consciencia. “Es importante saber que el sexo tántrico no es algo que se programe. Es una experiencia de comunión con el otro, que se realiza cuando las almas se necesitan, no cuando los deseos nos sobrepasan”.

Los alcances del sexo tántrico

Entre sus ventajas, según Sierra, está el hecho de que permite una comunicación energética, que potencia el amor y la relación de la pareja. Al lograr las condiciones adecuadas, las almas se fusionan y dejan de lado el ‘tú’ y el ‘yo’, para convertirse en un solo ser, gracias al intercambio recíproco de goce y energía. Además, “los practicantes tántricos pueden sostener relaciones sexuales durante horas, gracias al control eyaculatorio que obtienen”. Para prolongar la dicha, el orgasmo masculino debe demorarse. Incluso, con el tiempo, los practicantes tántricos “aprenden a llegar al clímax sin eyacular”.

En el caso de las mujeres, como esta filosofía hace énfasis en la estimulación previa y suficiente del clítoris, la libido y la lubricación de los genitales aumenta, lo cual permite un orgasmo profundo y placentero, “así como múltiples orgasmos y la eyaculación femenina, que no ocurre con frecuencia en los encuentros sexuales tradicionales”.

La técnica

El secreto está en la pausa, en hacer a un lado la urgencia de la penetración, en los movimientos pensados y delicados, en los roces, en usar todo el cuerpo y toda la mente, en tener una estrategia constante y paciente para hacer que la pareja se derrita lentamente.

Acariciar y ser acariciado estimula los sentidos. Cada “toque consciente” puede ser una gota de plenitud, al igual que los besos. “Soplar, lamer, succionar o chupar la parte del cuerpo que a su pareja le guste. Los sonidos también son estimulantes: susurrar, suspirar, gemir, llorar y gritar”.

La experta agrega que en la práctica del amor consciente no hay nada más importante que conectar con los ojos, los cuales transmiten compresión, picardía, placer, complicidad. “Mire amorosamente a su pareja cuando bese sus partes íntimas o mientras dice mentalmente ‘Te amo’”. Los abrazos también se suman a la lista, pues rectifican el amor.

En cuanto a las posturas, Sierra asegura que no son los malabares los que dominan las artes del amor. Lo más importante es que las posiciones sean cómodas y permitan expresar ternura o excitación. Adelante, atrás, arriba o abajo. Todo es válido.

Por otro lado, el sexo tántrico no específica género. “El tantra busca la plenitud y aconseja al hombre explorar su lado femenino y a la mujer sus cualidades masculinas. Un ejemplo es la representación de Shiva-Shakti, el dios creador y la energía suprema de la creación. En los templos Khajuraho se pueden observar figuras de hombres teniendo relaciones con hombres y mujeres teniendo sexo con mujeres”, finaliza Sierra.

Fuente: https://www.elespectador.com/cromos/estilo-de-vida/sexo-tantrico-un-arte-para-derretir-a-tu-pareja/

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