¿Tu pareja compite contigo todo el tiempo? ¿Es infiel y a la vez controlador? Si la respuesta es afirmativa, es muy probable que estés atrapada en una relación tóxica.
No es fácil detectar a un hombre tóxico durante las primeras citas. Es más, es probable que pasen varios meses antes de descubrir qué tan peligroso puede ser una pareja como estas, porque tienen la capacidad de lucir encantadores y esa imagen de “chicos malos” que los representa a casi todos, los hace irresistibles. Aunque es común caer en sus redes, lo cierto es que tras engancharse con un hombre tóxico, el paraíso inicial puede terminar convertido en un verdadero infierno. Es mejor un cambio a tiempo, que ser presa de una relación que no te sirve.
¿Cómo descubrirlos?
En su libro Hombres Tóxicos, la especialista en comunicación Lillian Glass, traza una completa guía para aprender a detectar este tipo de hombres y evitar así relaciones que pueden terminar realmente mal. Estos son algunos de los perfiles:
El manipulador seductor: se dedica a halagar y a ser amable pero al mismo coquetea con otras. Es tan hábil que si te disgustas por su actitud, cambia la situación y terminas creyendo que el problema es tuyo.
El controlador y déspota: termina diciéndote qué tienes que hacer y cómo debes hacerlo y si no logra su cometido, el resultado es una escena de rabia y agresión verbal. Este tipo de hombre se detecta porque juzga constantemente.
El competidor celoso: todo el tiempo trata de estar por encima tuyo cuestionando todo lo que dices. Lucha por tener el control y demostrar su superioridad. Pocas veces reconoce los logros de su pareja.
El volcán pasivo-agresivo: parece tranquilo pero todo el tiempo está a punto de explotar. Aunque prefiere reservarse lo que siente, llega el momento en el que hace erupción como un volcán con una ráfaga de críticas y sarcasmos.
El sabelotodo arrogante: está convencido de que se las sabe todas. Su estrategia es hacerlo sentir pero de manera sutil y dosificada. Según Glass, “es un déspota intelectual con la mente muy cerrada”.
La víctima: solo ve la parte negativa de las cosas y te acusa de ser la causa de sus problemas. Si algo te sale bien, encontrará la manera de que todo termine mal. Tiene poca autoestima y constantemente busca motivos para discutir.
El débil y sin iniciativa: prefiere que seas la que tome las decisiones y las opiniones de los demás pueden golpearlo con facilidad. A la hora de compartir con amigos siempre se queda callado.
El narcisista: se cree el centro del universo y su misión es que estés todo el tiempo reafirmándoselo. Es el típico hombre que busca personas emocionalmente débiles para sentirse superior. Te hace sentir que te está haciendo un favor al estar contigo.
El congelador emocional: es realmente difícil comprender lo que quiere este tipo de hombre pues rara vez deja ver sus emociones. Habla poco y no es concreto por lo que sus parejas siempre están presas de una sensación de inseguridad.