El sexo tántrico, más allá del placer

La práctica milenaria que puede hacer de las relaciones un ritual que se extiende por horas.

 

Para qué sirve el sexo?, ¿placer?, ¿entretenimiento?, ¿tener hijos?, ¿ejercitarse? Sí, por qué no. Todas pueden ser válidas dependiendo de la ?circunstancia. Pero, ¿qué es el sexo?, ¿acaso tener una pareja para liberar el deseo?, ¿un vehículo para llegar al orgasmo? ¿Qué entiendes por orgasmo?, ¿contracciones musculares?, ¿eyaculación?

Quizá sean muchas preguntas para tan pocas respuestas y, sobre todo, muchas preguntas en tan poco tiempo para pensar. ¿Qué tal si de un sólo remesón todos los mitos sobre el sexo se derrumbaran y entráramos a otra dimensión sexual, como si se tratara de un nuevo estado de existencia? Al menos con la promesa de poder lograr relaciones sexuales prolongadas (2, 3, 6, 8 horas, depende de la pareja), valdría la pena, si bien no intentarlo, al menos escucharlo.

Es necesario cambiar de foco y por un momento salirse del pensamiento dominante de este entorno. Es preciso entrar en los rituales de oriente, dedicarse a la contemplación y al goce, no al frenesí del mundo occidental, donde el tiempo es oro y no querrás desperdiciar demasiado oro teniendo sexo, o lo que creas que eso es. Pero el llamado sexo tántrico ya tocó las puertas de estas latitudes. Científicos han llegado a afirmar que el tiempo normal de una relación sexual esté entre los tres y los siete minutos, que es un lapso muy corto. El primer mito que cae: el cantante británico Sting no pareció conformarse y ha asegurado públicamente que diariamente tiene una hora y media de meditación tantra-yoga y después hace el amor durante ocho horas. ¿En qué momento duerme?, es un misterio. Él no es la única celebridad que lo practica, de la lista también forman parte el actor Hugh Jackman, la actriz Heather Graham y el rapero Puff Daddy.

Esa es su técnica y esa técnica es abalada por una tradición milenaria.

El sexo tántrico no es un ejercicio femenino o masculino, aunque se le asocie principalmente con los hombres por el hecho lograr una erección prolongada. Es una actividad de pareja que explora las sensaciones del cuerpo. El segundo mito que cae: el sexo no está sólo en los genitales. Desde esta perspectiva cada poro del cuerpo es un punto de placer sexual y al orgasmo no se llega con lo precipitado de un encuentro apasionado sino es una consecuencia de la estimulación que se extiende por todo el cuerpo sin ningún tipo de prisa: “Consiste en lograr una comunión en la que desaparece la identificación del cuerpo individual en la pareja, la cual se convierte en una unidad diseñada para sentir placer”. Así lo explica Dayal Dassán, un sicólogo colombiano que se especializó en el estudio y la práctica del tantra.

Desde el tantra, las mujeres aprenden a que sus parejas no sólo alcanzan el orgasmo cuando hay una eyaculación. El hombre puede tener orgasmos sin eyacular y ese es uno de los puntos clave de estas relaciones. La explicación es simple: el semen reúne las sustancias más selectas del cuerpo y es una fuente de energía que no debe ser desperdiciada. El tercer mito que cae: el hombre no necesita eyacular para tener un orgasmo.?

El sexo tántrico es una práctica que requiere de una preparación, de un entrenamiento. Al hombre se le asignan una serie de ejercicios de meditación, respiración y físicos que apuntan a fortalecer el músculo pubocoxígeo, que rodea el ano y conecta con los genitales, el encargado de contener la eyaculación. De esta manera, el hombre podrá cumplir con uno de sus objetivos sexuales: ver a la mujer como un ser que está dispuesto a recibir su energía, a conectarse a través del placer. ?

Es una especie de rito que se extiende cuando las parejas desean para explorar vías diferentes a la penetración (también incluida en el encuentro, por supuesto), a extender la etapa más intensa, previa al orgasmo, la mayor cantidad de tiempo posible, jugar con la mirada y el tacto, a respirar coordinadamente, a alcanzar un orgasmo prolongado que libera al cuerpo y aparta los bloqueos energéticos. Hay quienes recomiendan reducir la frecuencia sexual a una vez al mes, para acumular una buena cantidad de energía sexual y hay algunos, como Sting, que lo hacen todos los días.

fuente: http://www.cromos.com.co/estilo-de-vida/el-orgasmo-venido-de-oriente-19581

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