Sexo salvaje: ¿usted es de los que el vello lo frena? Si la respuesta es “sí”, déjeme decirle algo

En el ‘performance oral’ están las claves de su desempeño en la cama. Hágalo, demuestre que puede, esfuércese aunque no le guste. Señor y señora escrupulosa: está a tiempo de convertirse en un buen catre.

Bajar no es para todo el mundo. Para cualquiera es más fácil focalizarse en la penetración. Iniciar con besos, algunas caricias y luego sí a lo obvio. Voy a ir a una escena concreta, por eso empezaré a escribir en pasado: cuando yo metí mi cabeza entre sus piernas, el paso siguiente no fue recíproco. Calientes, ella se me montó encima y yo, enceguecido, seguí el ritmo. Al final lamenté su falta de entrega, el exceso de asco, aunque la eyaculación fue muy rescatable.

Otro día, tras repetir la escena con alguna más, dejé de darme duro con el látigo de la culpa. Terminé por convencerme de que hay mujeres (y hombres) a los que no les gusta el oral.

Le huyo a las afirmaciones categóricas, pero estoy convencido de un sexo inolvidable incluye lengua, boca, mucha saliva, dedos y genitales bien estimulados. Hablo por mí y solo por mí: el sabor de cada vagina es único y procuro ponerme estratégicamente glotón al momento de probarlas.

También entiendo que el sexo es una cuestión de confianza. De a poco las zonas del cuerpo se van conquistando. Dos cuerpos que recién se conocen son un enigma a resolver con calma, respeto y la dosis exacta de hambre. Si con los días no hay avances, el corto circuito es inminente.

No me asusto con una vagina peluda y mantuve la idea de decantarme por una pelada hasta que entrevisté a una médica. Le pregunté a la uróloga Diana Torres “¿Es mejor dejarse crecer el vello o rasurarlo constantemente?”, y su respuesta cambió mi gusto: “Rasurarse los genitales es una manera de diseminar el virus, porque si un hombre tiene una verruga en el pubis y pasa la cuchilla de afeitar, se corta esa verruga y esa sangre infectada con el virus se inocula en los poros que quedaron abiertos a raíz de la afeitada”.

Según la especialista, “los vellos están para proteger, la gente tiene la idea de que el vello es antihigiénico y no es así, lo antihigiénico es no bañarse. Los vellos protegen porque están tapando la piel, lo que hace la cuchilla de afeitar es desproteger la dermis, abre pequeñas heridas que son terreno fértil para infecciones”.

Por su parte, la sexóloga Flavia Dos Santos recomienda dejarse la mota porque beneficia el placer: “Asocio un cuerpo sin vellos a un cuerpo infantil, al acuerpo de un niño y no de un adulto. Parte de los atributos sexuales, además de los órganos genitales, es la presencia de los vellos, que cumplen funciones en el sexo. Atrapa los olores, evita la fricción con dolor, ayuda a atrapar los lubricantes naturales. En vez de raparse el vello, piense en los beneficios, mantiene secreciones y una visualización de un cuerpo adulto. Siempre he creído que es importante conservarlo aseado y corto”.

Un consejo

La doctora Torres sugiere, si hay mucho vello, cortarlo con una tijera. Nunca se debe hacer con cuchilla, porque desprotege la zona y permite que entre más rápido una infección.

Fuente: https://www.elespectador.com/cromos/columnistas/sexo-salvaje-usted-es-de-los-que-el-vello-lo-frena-si-la-respuesta-es-si-dejeme-decirle-algo/

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