El sexo empieza antes de desnudarse: por qué la comunicación es clave

Una buena comunicación sexual puede ser la clave para una mayor satisfacción. Cuanto mayor y más fluido sea el diálogo erótico en la pareja, más probabilidades habrá de tener una vida sexual satisfactoria, porque ambos saben qué les gusta, qué no, de qué manera, cuánto tiempo… Dejar de lado las suposiciones sobre las preferencias sexuales puede ser una buena manera de arrancar.

“El sexo empieza mucho antes de que nos desnudemos: la comunicación es una de las formas más potentes de expresar el erotismo y, para que sea eficaz, antes debemos sentirnos cómodxs haciéndolo. Lo importante es que sepas que no hay una fórmula universal: cada persona y pareja debe encontrar la suya y amoldarla a su forma de interactuar”, dicen en la “Guía para comunicarte en pareja” que lanzó recientemente la marca de juguetes sexuales Platanomelon.

“Toda relación sexual implica una comunicación. Se comunica hablando, pero también con el cuerpo, con los gestos, y toda la presencia. Comunicarse implica conocerse, a uno mismo y también a otro”, señala a Clarín la psicóloga Clara Attardo, creadora del proyecto “ESI para adultes”.

Abordar temas incómodos

“En la época de los influencers que tienen respuestas para todo, me parece importante tomarnos un tiempo para poder hacernos preguntas. Renovar el espíritu crítico y la disposición a preguntarnos. Volver al alma de las infancias: hacer preguntas y no tantas respuestas”, comenta la psicóloga y docente universitaria.

Explicitar fantasías y gustos en cuestiones sexuales puede generar pudor, incluso, en parejas de larga data. Abrir el juego no será sencillo si no es habitual hablar del tema, o el otro no pregunta. Una comunicación asertiva en todas las áreas es clave.

“Se trata de querer construir junto al otro; es importante que nuestra pareja entienda que no es una crítica ni tiene un fin de descalificar, incluso cuando se habla de sexo”, dice el psicólogo y sexólogo Mauricio Strugo.

“Hemos aprendido a relacionarnos con nuestra sexualidad a partir de las distintas vivencias y aprendizajes y, aunque en relación a épocas anteriores hay quienes están muchos más abiertos a expresar deseos y fantasías, incluso en confianza sigue operando la represión y la vergüenza para expresarnos libremente al respecto (a pesar de que sepamos que la manera más saludable para disfrutar de la sexualidad es hablar y contarnos lo que deseamos). Si hay confianza, y queda claro que cuando señalo algo que no me gusta o algún deseo no es para lastimar ni dejar de valorar lo construido, la construcción de la pareja será cada vez más sólida”.

Clara (@​claraesiparaadultes) destaca que “históricamente las parejas no han sido muy equitativas, y esto también se ve en la comunicación, donde hay asimetrías: alguien manda y alguien obedece. Hoy nos estamos haciendo la pregunta, y transitando aguas donde hay más posibilidad de encuentro y conexión, donde los varones pueden también preguntarse o decir qué es lo que sienten, qué les pasa, y las mujeres también puedan conectarse con sus deseos y expresarlos”.

“Para hablar temas incómodos suelo recomendarles a las parejas algo que aprendí del reconocido terapeuta y escritor Irving Yalom, que dice que no hay que golpear sobre el hierro caliente porque se rompe; es decir, que cuando estamos enojados, discutiendo y el ambiente está caldeado, ambos van a defenderse atacando, por lo que en esas circunstancias es mejor pedir hablar en otro momento en el que puedan escucharse”, dice Strugo (@mauriciostrugo).

Además, insiste en la importancia de aclarar siempre que, si decimos algo que puede molestar al otro, explicarle que lo hacemos porque nos interesa la continuidad del vínculo: “Es preferible decir las cosas que acumular resentimiento. Si no se abordan esos temas incómodos, las discusiones serán por cosas rutinarias y generarán mucho más desgaste que el hecho de ocuparnos de lo que molesta”.

Dejar de lado la intuición

“La intuición en las parejas funciona parecido a la interpretación y puede traer muchos conflictos”, asegura el especialista en vínculos. “Incluso con parejas que llevan mucho tiempo juntos, aunque se conozcan muchísimo, no sabemos lo que piensa el otro si no lo comunica. La intuición, o el interpretar al otro, es una fantasía que yo construyo desde mi imaginación”.

Explica que siempre es mejor quebrar el silencio y preguntar cómo está el otro, qué siente o qué le pasa, antes que suponer cualquier cosa y actuar en base a esa suposición. “Si yo pregunto o comunico, cada uno se hace responsable de su parte, de explicar lo que le pasa, lo que desea e incluso lo que molesta; inclusive cuando lo que hay para decir es ‘no lo sé’, ‘necesito pensarlo’ o ‘no tengo claro por qué estoy molesto, pero así me siento’”.

Y agrega Strugo, coordinador de La Peña de Padres: “La ansiedad por querer resolver conflictos muchas veces nos lleva a tener certezas de que lo que imaginamos es verdad y eso muchas veces no dar el tiempo suficiente para que la pareja pueda contar su versión -que quizás ni siquiera tenga que ver con algo que hayamos hecho nosotros o esté relacionado con la pareja-”.

Fuente: https://www.clarin.com/relaciones/sexo-empieza-desnudarse-comunicacion-clave_0_UHyyRDr7z0.html

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