¿Sabía que para cada década hay una posición sexual que se adapta mejor? Por eso, ya sea que navegue por sus treinta o que esté llegando a los sesenta, tenga claro cuál le conviene más para que el sexo siga siendo igual de bueno.
El escenario ideal siempre será que, sea cual sea la edad, usted tenga una vida sexual activa y completa. Sin embargo, a medida que pasan los años, la forma en la que tiene sexo va cambiando, no solo porque su cuerpo ya no está equipado para manejar ciertas posiciones, sino porque usted ya no cuenta con la misma resistencia de antes. Pero no se desaliente: hay suficientes posturas y mientras más rápido las ponga en práctica, más cómodo se sentirá con ellas. Estas son nuestras recomendaciones.
Cuando tiene 20
Hombre de pie
Por qué es ideal: la edad permite aprender y experimentar ampliamente, así que atrévase a hacer movimientos que impliquen mayor flexibilidad y fuerza. Es una posición que lo saca de la cama obligatoriamente: alce a su pareja y, para un mejor soporte, permita que lo envuelva con las piernas; si es más cómodo, recuéstela contra una pared.
Mujer arriba
Por qué es ideal: posiciones como esta, el perrito o el misionero permiten una penetración más profunda. La mujer es la que domina los movimientos y usted puede dedicarse, pasivamente, al disfrute. Cuidado con una eyaculación precoz, eso es algo que nadie quiere.
Cuando tiene 30
Contra la mesa
Por qué es ideal: le abre el radio de acción y lo obliga a jugar con la flexibilidad, que suele ser tan esquiva con el paso los años. Es más sencilla de lo que parece: ponga a su pareja encima de una mesa —como el mesón de la cocina, por ejemplo— y súbale las piernas sobre sus hombros. Usted controla el ritmo y la penetración.
El perrito ajustado
Por qué es ideal: aunque en sus treintas no hay prevenciones con las posiciones exóticas, es importante mantener una actividad física semanal para evitar cualquier lesión. Haga que su pareja se arrodille contra una cama o una mesa corta y usted, también arrodillado, póngase justo detrás de ella.
Cuando tiene 40
El 69
Por qué es ideal: en los cuarentas, tanto usted como su pareja se sienten plenamente cómodos con su cuerpo y con el cuerpo del otro, y esta postura, en la que los dos se dan placer simultáneamente, brinda la oportunidad de crear conexiones más profundas. Puede que se demore un poco en estar totalmente erecto, por eso es bueno pasar cierto tiempo en el juego previo.
Sentados cara a cara
Por qué es ideal: no solo ofrece un contacto más íntimo entre la pareja, sino que alivia la presión en las articulaciones. Es perfecta para una penetración suave que lo lleve hasta el punto G.
Cuando tiene 50
Misionero apretado
Por qué es ideal: desafortunadamente, a los 50 es más probable sufrir de disfunción eréctil. Pero fresco, ni está solo —a uno de cada tres hombres de mediana edad le cuesta mantener una erección— ni es un problema que no se pueda resolver practicando las posiciones adecuadas. Una de ellas es esta versión del clásico misionero: haga que ella lo envuelva con sus piernas con el fin de ejercer mayor presión y así lograr que la sangre fluya hacia el pene.
Vaquera invertida
Por qué es ideal: puede ocurrir que su presión arterial necesite control, por lo que esta postura es perfecta. Ella hace todo el trabajo, mientras usted se relaja y disfruta. Un consejo: tenga sexo en las mañanas cuando las erecciones suelen ser más fuertes.
Cuando tiene 60
Sentados en una silla
Por qué es ideal: aunque requiere algo de esfuerzo, es óptimo para mantener la erección y el contacto con la pareja, que es quien lleva el ritmo y la profundidad de la penetración. Si la quiere intentar, no está de más que mida su presión arterial.
La cuchara
Por qué es ideal: es clave usar posiciones cómodas que no involucren mucho esfuerzo ni le provoquen dolores. No improvise. Son recomendables las acciones suaves y precisas, como esta, en la que están recostados y disfrutan con poco movimiento. La lubricación extra es una buena aliada.